14.11.11


3 comentarios:

  1. Ese ruido, esos caballos de hierro amarillo. Lisboa te hace soñador profesional.
    Y entonces te das cuenta que a veces quieres vivir en otro siglo, rodeado por sus calles, sus gentes, sus casas sucias, el Chiado, el cielo extraño.
    Y probar la gingina (la famosa yinyina) ese chispazo que te produce enajenación emocional transitoria.

    ResponderEliminar
  2. Como diría un asturiano, te ha quedado muy guapa.

    ResponderEliminar
  3. Guille, ahora otro destino.. Gracias.

    Tawaki, iremos a Asturias a ver si quedan guapas también. Un beso.

    ResponderEliminar